miércoles, 30 de mayo de 2012

Querid@s alumnos les dejo informacion sobre el conocimiento y los postulados de algunos de los filosofos con los que trabajaremos


El conocimiento

El conocimiento como copia y como acción

Cuando se investiga mediante las facultades mentales las cualidades y las relaciones de las cosas ocurre el proceso de conocer, que tiene como resultado el conocimiento, es decir la acción y el efecto de conocer. El conocimiento es un reflejo de la realidad, una copia del original. El conocimiento científico ha sido clasificado como: descriptivo, empírico y teórico. Sin embargo existen ciertas imprecisiones ya que el conocimiento descriptivo requiere de cierta teoría y la descripción es necesaria para cualquier tipo de conocimiento

El surgimiento de un tipo de conocimiento se da cuando en los límites del desarrollo de un nivel inferior surgen elementos del nuevo tipo de conocimiento que se van desarrollando hasta que comienzan a requerir del nivel inferior exigencia que este no puede satisfacer. Por ejemplo, en el desarrollo del conocimiento descriptivo explicativo llegó un momento en que las necesidades sociales del conocimiento requirieron de la comprobación mediante el experimento. Entonces, la observación contemplativa se convirtió en observación activa como método del nivel empírico del conocimiento y las explicaciones requirieron de una fundamentación o comprobación empírica, ya fuera en laboratorio mediante la práctica social. De esta manera, la contemplación y la descripción tomaron nuevas características cualitativas en el proceso de desarrollo del conocimiento empírico. Las nuevas exigencias sociales estimularon el desarrollo de un nuevo tipo de conocimiento, el empírico, que a su vez requirió de nuevas exigencias al tipo de conocimiento descriptivo explicativo.

Este mismo principio es el que tiene lugar en el surgimiento del conocimiento activo transformador. Llega un momento en que la sociedad requiere de un tipo de conocimiento nuevo para poder resolver sus problemas. En la etapa actual, en la que se hace cada vez más evidente la complejidad de los fenómenos de la realidad en que vive el ser humano, se demanda por la sociedad un tipo de conocimiento que sirva de guía para la transformación del mundo, es decir, del conocimiento "activo transformador" que implica la transformación del conocimiento empírico.

¿Cuáles son las limitaciones que presenta el conocimiento empírico para que sirva de orientación a los efectos de transformar con efectividad la compleja realidad del mundo actual, cuando está en riesgo hasta la existencia del Planeta? ¿Cuáles son las características de este nuevo tipo de conocimiento que debe ser gestionado?

El conocimiento empírico, en su evolución, adquiere un volumen muy grande y su generalización se dificulta. De ahí que comience a surgir un nuevo tipo de conocimiento: el activo transformador. En resumen, las principales características del conocimiento empírico son las siguientes:

1. Se forma en el centro del conocimiento, lo transforma e incluye el contenido de este.

2. El modo de obtener el conocimiento es mediante la influencia activa en el objeto de investigación (manipulación de las variables de interés), pero no tiene en cuenta las transformaciones internas de este

3. Las teorías empíricas solamente son suficientes para aquellas tareas que se desarrollan en situaciones donde el estado del objeto de influencia permanece suficientemente cercano al estado del momento de la investigación. Los criterios para escoger los ángulos del objeto de investigación son subjetivos.

4. Está muy vinculado a la práctica.

Con el conocimiento empírico tiene lugar la tendencia a estudiar no solo al objeto, sino también al sujeto. Ambos son sometidos a estudio en el contexto de la gestión del conocimiento. Este nuevo ingrediente de la relación S-O acapara la atención de los investigadores y se incrementan los estudios centrados en la concepción del usuario como eje de la gestión del conocimiento. Las vías, medios, modos y métodos de gestionar el conocimiento se enriquecen desde esta perspectiva, pero hasta ciertos límites, por las propias características antes señaladas del conocimiento empírico. Como se indicó anteriormente, las contradicciones de este tipo de conocimiento hacen que se incremente la búsqueda para generalizar y sistematizar el conocimiento acumulado. La gestión del conocimiento en el estadio empírico no solo describe y explica una serie de datos sobre la base del conocimiento acumulado y la intuición, sino que trata de emplearlos para dirigir y regular las acciones prácticas de las personas y sistemas involucrados. En el contexto actual, donde se incrementa el experimento científico en la gestión del conocimiento, está emergiendo la cuestión de su objeto y lugar en el sistema de conocimientos existente. Sin embargo, desde el punto de vista del conocimiento empírico, ni el objeto ni el lugar de la gestión del conocimiento son problemas vitales. Estos problemas sí son relevantes para la elaboración del tipo de conocimiento activo transformador en el contexto de la gestión del conocimiento. El conocimiento activo transformador posibilita la investigación sistémica-estructural, para la cual hay que elaborar variadas estrategias de investigación.

Conocimiento
Definición
El conocimiento es un tema muy estudiado a través de los siglos. Desde los tiempos remotos se ha buscado una definición exacta del conocimiento. El diccionario define conocimiento como: “El producto o resultado de ser instruido, el conjunto de cosas sobre las que se sabe o que están contenidas en la ciencia”. El diccionario acepta que la existencia de conocimiento es muy difícil de observar y reduce su presencia a la detección de sus efectos posteriores. Los conocimientos se almacenan en la persona (o en otro tipo de agentes). Esto hace que sea casi imposible observarlos.
Para Muñoz Seca y Riverola (1997) el “conocimiento es la capacidad de resolver un determinado conjunto de problemas con una efectividad determinada”.
Otras definiciones podrían ser las siguientes:
1. Hechos, o datos de información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un tema u objeto de la realidad.
2. Lo que se adquiere como información relativa a un campo determinado o a la totalidad del universo
3. Conciencia o familiaridad adquirida por la experiencia de un hecho o situación.
4. Incluye el "saber qué", el "saber cómo" y el "saber dónde".
Los antiguos filósofos griegos la trataron extensamente, llegando a explorar muchas de las sendas posibles: idealismo, realismo, empirismo, escepticismo.k
En la Modernidad, la problemática del conocimiento se transformó en una cuestión crucial para los filósofos. La búsqueda de la certeza y la indagación por los límites del conocimiento atravesó toda esta etapa, desde Descartes hasta Kant, pasando por Hume y los demás empiristas ingleses.




Descartes

Considerado "Padre de la Modernidad", definió con claridad el objetivo de los filósofos de este período histórico: la búsqueda de la certeza.

Mediante sus meditaciones y su método intentó dar respuesta al escepticismo reinante. Su estrategia no fue el rechazo o la negación de la duda sino su aceptación hasta las últimas consecuencias. Es decir, utilizó la duda como método y sometió todo conocimiento a duda con el fin de encontrar una verdad de la que ya no pudiese dudar ni el más escéptico. Así llegó a alcanzar una certeza primera: “Pienso, existo.” Y teniendo en ella una base inconmobible, reconstruyó el edificio filosófico. En primer lugar, alcanzó una segunda certeza: la existencia de Dios. En segundo lugar, reafirmó la confiabilidad del conocimiento científico, el cual tenía a Dios por garante.

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía Descartes, acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.

Duda metódica: en busca de una certeza, decidió rechazar como falsa toda afirmación de la que se pudiese dudar.

Duda del conocimiento sensible: los datos de los sentidos no son seguros, podemos dudar de ellos. De hecho, los sentidos nos engañan a menudo. Incluso no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia, por lo que todo lo que percibimos por los sentidos podría no ser real. En consecuencia, todos los datos de los sentidos, inclusive el propio cuerpo, quedan a un lado en esta búsqueda de la certeza.

Duda del conocimiento racional: como no se basan en los datos de los sentidos, las verdades de razón (lógicas y matemáticas) no son alcanzadas por la duda, la cual recae sobre el conocimiento sensible. Sin embargo Descartes señala que más de una vez nos equivocamos al realizar algún cálculo, y lleva la duda al extremo de afirmar que podríamos estar siendo engañados por un "genio maligno" o "dios engañador", astuto y poderoso. ¿Cómo podríamos defendernos de él?

Pienso, existo”: más allá de toda duda se encuentra nuestra propia existencia. Incluso aunque admitiese que soy engañado por un genio maligno, ello no invalidaría la certeza que tengo respecto de esta proposición mientras la estoy concibiendo en mi espíritu. Pues no se trata de un razonamiento o una deducción (como todo lo que piensa existe, si yo pienso, yo existo) sino de una evidencia que se impone, de un conocimiento intuitivo que se obtiene de modo inmediato y directo.

Criterio de verdad: Descartes analiza su primera certeza para descubrir las notas distintivas que le servirán de criterio para identificar otras afirmaciones verdaderas. La afirmación“Pienso, existo” se presenta a la conciencia con "claridad" y "distinción". Por lo tanto, serán aceptadas como verdaderas aquellas ideas que sean claras (ciertamente presentes a la conciencia) y distintas (no confundidas con otras ideas).

Existencia de Dios: a pesar de haber encontrado una certeza absoluta (“Pienso, existo”), y a partir de ella un criterio de verdad, de todos modos sigue en pie la duda que sobre todo otro conocimiento nos genera la Hipótesis del Genio Maligno. La demostración de la existencia de Dios despeja las dudas sobre el conocimiento racional, que tiene en Dios a su garante. Su existencia se demuestra como causa externa de la existencia en la conciencia de la idea de perfección, que no puede provenir del yo que duda y es imperfecto. Y siendo Dios perfecto no puede ser engañador ni puede habernos hecho para que nos confundamos sistemáticamente. Podemos equivocarnos porque no somos perfectos, pero no estamos hechos para el error.

Conocimiento racional seguro: con Dios como garantía, el conocimiento lógico y matemático recobra su seguridad y se desecha la Hipótesis del Genio Maligno.

Ideas innatas: son las ideas que no proceden ni de la experiencia ni de la imaginación, son las únicas verdaderamente claras y distintas (la idea de Dios, por ejemplo).

Conocimiento sensible: se refiere a las ideas adventicias que, se supone, representan las cosas reales. Pero ¿cómo superar la duda respecto de este conocimiento? ¿No será sólo un sueño? ¿Cuál es su causa, su origen? Nosotros no, porque nos sentimos pasivos ante ellas. Dios tampoco, porque él no es engañador. Debemos concluir que la causa de nuestras ideas adventicias son las cosas externas realmente existentes. De todos modos, sólo conocemos de ellas con claridad y distinción que son substancia extensa.

Ideas facticias: son las ideas producidas por la propia conciencia mediante la imaginación (la idea de minotauro, por ejemplo).

Ideas adventicias: son las ideas que nos vienen del exterior, a través de los sentidos (la idea de azul, por ejemplo).




Hume

Fue uno de los máximos representantes del empirismo británico. Sus críticas claras y profundas al racionalismo despertaron a Kant de su "sueño dogmático".

Hume aplicó el método científico al estudio del espíritu humano, analizando los procesos psíquicos con un modelo similar o equiparable al utilizado por Newton para el análisis de los fenómenos físicos. Los elementos básicos o "átomos" son aquí las percepciones (impresiones e ideas simples) que se relacionan espontáneamente entre sí según las leyes de asociación de ideas (semejanza, contigüidad espacial y temporal, y causalidad). Como todas las ideas derivan de las impresiones, no cabe hablar, como hacían los racionalistas, de "ideas innatas".

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entiendía Hume, acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen. Según Hume, las impresiones provienen de causas desconocidas.

Percepciones: son los elementos básicos o primigenios de la actividad del espíritu, la cual consiste precisamente en relacionarlos.

Impresiones: son percepciones vivaces e intensas y pueden provenir de la sensación externa, también llamada simplemente "sensación" (oír, ver, etc.); o de la sensación interna, también denominada "sentimiento" (desear, odiar, etc.).

Ideas simples: son percepciones débiles y oscuras. Se trata de copias de las impresiones y provienen de ellas (recuerdos, fantasías de la imaginación, etc.).

Razonamientos: a partir de las ideas simples, el espíritu razona y construye proposiciones e ideas complejas.

Ideas complejas: el espíritu tiende naturalmente a asociar las ideas simples conformando ideas complejas. Las ideas más generales y abstractas provienen de las ideas más simples y éstas de las impresiones. Si las ideas simples que componen una idea compleja no se dan en ella en el mismo orden en que se nos dan las impresiones de las cuales provienen, la idea compleja no responde a las impresiones sino a la imaginación.

Proposiciones de razón: son proposiciones cuya verdad depende de las mismas ideas pensadas. Permiten lograr un conocimiento verdadero porque su contenido es necesario y no contingente (Matemática y Lógica). Sólo en en este plano es posible la "demostración".

Proposiciones de hecho: sobre las cuestiones de hecho no hay posibilidad de alcanzar un conocimiento cierto, demostrativo, ya que allí no hay necesidad sino contingencia y, en consecuencia, siempre lo contrario puede ser pensado sin contradicción. Sin embargo, Hume sostiene que, en base a la observación regular y a la experimentación, pueden formularse "pruebas" (que no permiten una duda razonable) o "probabilidades" (que recogen experiencias con resultados variables). De todos modos, no tenemos de las cuestiones de hecho verdadera ciencia, ya que la idea de causalidad que nos permite unir los fenómenos, explicarlos y predecirlos, no se respalda en ninguna impresión y, por tanto, halla su fundamento sólo en la imaginación y la costumbre.

Palabras: representan a las ideas, por lo que su significado deriva en última instancia de las impresiones de las que proceden éstas.


Kant

La teoría del conocimiento de Kant, presentada en su Crítica de la razón pura, es uno de los grandes hitos en la historia de la Filosofía. Con ella pretende responder las objeciones de Hume respecto del fundamento del conocimiento científico, basado, según el filósofo inglés, sólo en la costumbre.

Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es posible; la física de Newton lo prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera costumbre. De ahí que no se pregunta por la posibilidad sino por las "condiciones de posibilidad". Su teoría le permite encontrar el suelo firme para la Ciencia no en el noúmeno—en la realidad, en la cosa en sí— sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento, el fenómeno.

A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía Kant, acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen.









Revolución copernicana: mientras los filósofos anteriores (racionalistas y empiristas) habían puesto el acento en el objeto del conocimiento, Kant pondrá el acento en el sujeto que conoce. El sujeto no encuentra al objeto como algo dado sino que lo construye.

A priori: independiente de la experiencia y condición de posibilidad de toda experiencia.

Noúmeno: la cosa en sí, la realidad tal como es en sí misma. (Permanece incognoscible.)

Caos de impresiones: las impresiones constituyen la materia del conocimiento. Sin ellas el intelecto no conocería nada. Pero irrumpen en el intelecto en forma caótica y es éste quien las ordena con sus formas a priori construyendo el fenómeno. Kant dice que las impresiones sin las formas y las categorías que aporta el intelecto serían "ciegas". Entonces, si bien les reconoce a los empiristas que todo conocimiento comienza con la experiencia, no admite que todo conocimiento provenga de la experiencia pues el mismo sería imposible sin el aporte que hace el sujeto de sus formas a priori.

Formas y categorías a priori: las formas y categorías a priori construyen el fenómeno a partir del caos de impresiones. Kant sostiene que, sin las impresiones, las formas y categorías permanecerían "vacías".

Objeto de conocimiento: el intelecto, con sus formas a priori de la sensibilidad y sus categorías del entendimiento, construye, tomando como materia las impresiones caóticas, el objeto de conocimiento, el fenómeno, que es intramental. El intelecto no conoce las cosas tal como son en sí mismas (noúmeno) sino tal como él mismo las construye (fenómeno).

Ideas de la razón pura: las ideas de Dios, de alma y de mundo permanecen vacías. Son las impresiones las que dotan de contenido a las formas vacías del intelecto, pero de las ideas de la razón no tenemos impresión alguna. Estas ideas proyectan la tendencia de la razón a realizar una síntesis cada vez más abarcativa, hasta un plano en el que este objetivo ya no puede ser logrado.



























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